viernes, 16 de enero de 2009
Hoy se conmemora el traspaso pleno de poder en España a Felipe II de parte de su padre, el emperador Carlos V, acontecido en 1556, hace por lo tanto 453 años.
En principio podemos pensar que eso nos trae al fresco, que no es una efeméride importante o que a España no le afectó demasiado, ni para bien ni para mal, pero lo cierto es que ese día de enero de mediados del siglo XVI se forjó el destino del Reino de España.
Con Felipe de Habsburgo, el Prudente, el Imperio español alcanza su máxima extensión y poder. Todos los monarcas del momento tiemblan solo con oír su nombre.
Pero, ¿era Felipe el mejor monarca para España en ese momento? ¿Tuvo dudas su padre, el emperador, sobre la eficacia como gobernante de su hijo? ¿Era su adjetivo de "prudente", merecido?
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