martes, 2 de diciembre de 2008
En la Edad Media , las Iglesias cristianas, especialmente la católica, eran depositarias del saber y la cultura generales. Pero no interesaba que el vulgo supiera demasiado por lo que se les mantenía en la ignorancia para así poder ser más fácilmente dominados. De este modo, pagaban su tributo a los señores ya que consideraban que debían hacerlo puesto que los nobles les protegían de agresiones externas y la Iglesia velaba por su tranquilidad espiritual. Una farsa mantenida durante siglos hasta que el pueblo se rebeló consiguiendo cambiar toda esta parafernalia.
Entre los siglos VIII y XV, un Estado mitad europeo, mitad africano, al-Andalus, que unió a tres culturas diferentes en la Península Ibérica , desarrolló tal avance científico que conseguiría brillar con luz propia durante cientos de años. En todo el Mundo conocido hablaban del Estado andalusí, no en vano su diplomacia desarrolló relaciones con las principales Cortes del momento. Si en Europa se tenía interés por adquirir algún nivel cultural, al-Andalus era destino obligado.
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