jueves, 30 de octubre de 2008
No era para menos. Granada o "Garnata", como la conocían los árabes y bereberes que la habitaban, fue comparada con Damasco por la belleza de sus espacios ajardinados y sus fuentes. Cuando un emisario castellano llegaba a Granada, después de haber atravesado la sobriedad y miseria típicas de las ciudades de su reino, quedaba tan maravillado que una vez ante el emir, ya en el complejo de
Leer más





0 comentarios:
Publicar un comentario